La vieja iglesia románica se consagró en 1183. De esta prácticamente no queda nada debido a una serie de reformas llevadas a cabo entre 1680 y 1743, que consistieron en la construcción de la actual fachada, la ampliación de las capillas laterales, la construcción de la sacristía, de un nuevo presbiterio y de un pequeño campanario de torre encima de la fachada.
Actualmente tiene un aspecto de estilo indefinido, una puerta rectangular con ornamentos barrocos, un ojo de buey, vertientes en laterales a diferente nivel y una torre campanario encima, con tejado piramidal de teja vidriada. Abandonada durante algunos años, el culto se trasladó a la Mare de Déu del Pedró, pero recientemente se ha restaurado y permanece en buen estado.
Forma parte de la Ruta de las 10 ermitas.
Info práctica: es visitable. La iglesia permanece cerrada excepto cuando se celebran oficios.